Dada la situación lamentable de las condiciones del recurso hídrico en nuestro país, especialistas en la materia han elaborado políticas y estrategias sobre la gestión del agua para lograr su sostenibilidad, justa distribución, gobernanza, teniendo en cuenta el enfoque integral del ciclo hidrológico y considerando el agua como un bien público.
El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales fue creado con la facultad de formular, planificar y ejecutar políticas de medio ambiente y recursos naturales. En el plan de gobierno 2010- 2014 se destaca entre sus líneas de acción la gestión hídrica y el ordenamiento ambiental del territorio a través del fortalecimiento institucional y la generación de instrumentos.
Algunas de las problemáticas del sector de los recursos hídricos son: el deterioro y agotamiento de las fuentes de agua en calidad y cantidad; el marco legal e institucional débil; falta de valoralización de los recursos hídricos; limitada capacidad institucional para la investigación y formación científica sobre el tema; falta de programas de protección y rehabilitación de los ecosistemas; bajo impacto de programas de prevención de desastres y ordenamiento de cuencas; ausencia de planificación integrada del agua; información fraccionada y dispersa sobre la toma de decisiones en la administración del recurso hídrico. Esto provoca dificultades para abastecer agua; gasto público para atender enfermedades como la diarrea; pérdida de cultivos por excesos o falta de agua, baja productividad o altos costos de producción y conflictos y competencia por el uso de agua. El país se sitúa como uno de los países con más baja disponibilidad de agua por habitante en Latinoamérica y el Caribe, superando únicamente a Haití y República Dominicana.
Hay una disminución de caudales de ríos en la época seca, hay riesgos de inundación en época lluviosa, riesgos de obsolescencia de red de drenaje y urbanización desordenada.
Entre los alcances de la política de gestión del agua están: considerar el agua como: dominio público para garantizar su gestión y aprovechamiento sostenible, prevaleciendo el interés público que el privado; un recursos limitado, fundamental para la vida y desarrollo de los ecosistemas y grupos humanos; prioridad para el consumo humano.
Las estrategias:
La gestión del conocimiento: fortalecer los niveles de educación superior la formación especializada de técnicos y especialistas respecto al agua, incentiva la investigación de nuevas tecnologías y favorecer su adopción, generación y sistematización de la información sobre el agua, generar conocimiento sobre los riesgos respecto al agua.
La planificación, gestión y evaluación integral de los recursos: diseñar medidas de adaptación a los efectos del cambio climático relacionados al agua. Regular y controlar la explotación y vertido sobre el recurso. Promover reutilización, almacenamiento y cosecha del agua bajo el enfoque de cuencas. Regular y controlar la explotación del recurso. Modernizar y tecnificar los servicios de agua potable y saneamiento orientado a garantizar un suministro de agua con calidad y cantidad adecuada. Planificación hídrica y territorial, medidas de conservación, protección y restauración de los ecosistemas. Desarrollar manejo integral de las cuencas hidrográficas con enfoque participativo.
Gobernabilidad hídrica: desarrollar e implementar esquemas de gestión comunitaria local hacia el uso y manejo responsable y sostenible del agua. Promover programas de responsabilidad en la gestión hídrica entre todos los sectores y usos. Desarrollar e implementar escenarios y espacios que propicien el manejo y resolución de conflictos respecto al agua. Sentar lineamientos para realizar una gestión integrada de los recursos hídricos con participación de los actores involucrados.
Institucionalidad: impulsar reformas y creación de un nuevo marco institucional y jurídico que promueva la gobernabilidad para la gestión integral del agua, potenciando líneas de coordinación entre instituciones de nivel nacional y local. Fortalecer y modernizar la institucionalidad que establezca y defina las competencias articulando los diferentes sectores con el fin de reducir los conflictos por el uso del agua. Asegurar que la instancia responsable del manejo del agua se caracterice por su autonomía, transparencia y eficiencia.
Mecanismos de financiamiento: valorar económicamente el agua con finalidad de conservarla y disponer de ella, acompañado de políticas de subsidio focalizado para familias vulnerables. Co-financiar proyecto orientados a proveer agua, alcantarillado, depuración de agua residuales; desarrollar acciones de recuperación de la parte media y alta de las cuencas y promover riego tecnificado. Incorporar en el diseño de tarifas de los subsectores costos de operación, protección del recurso y la recuperación de las inversiones.
Según lo anterior, es evidente que hay mucho por hacer para lograr el cuido de este recurso hídrico vital para todo ser vivo. Lo que está por verse es si estas políticas y estrategias sean tomadas en cuenta por el Gobierno y se pongan en marcha para lograr la sostenibilidad de tal recurso antes que terminemos destruyendo la totalidad de nuestros ecosistemas; aunque en lo personal considero que será muy difícil sino imposible por la intervención de intereses de la empresas privadas por ejemplo, que dudosamente cederán tan fácilmente a la aplicación de tales políticas que no van para nada acorde a sus intereses económicos.
Me llamó mucho la atención, la estrategia sobre los mecanismos de financiamiento, específicamente la de valorar el agua económicamente, considero que si aumentara el costo del servicio del agua, la gente la utilizara racionalmente, la cuidara y no la desperdiciaría tanto.
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